Con 68 votos a favor y 32 en contra en lo general, y 72 a favor y 31 en contra en lo particular, el Senado de la República aprobó la minuta para expedir la Ley Orgánica de la Armada de México, enviada por la Cámara de Diputados y derivada de una iniciativa presentada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. El dictamen fue remitido al Ejecutivo Federal para sus efectos constitucionales.

La nueva ley abroga la legislación vigente y armoniza la normatividad de la Armada con diversos decretos publicados en el Diario Oficial de la Federación, alineándose a los objetivos de la Política Nacional Marítima y del Plan Nacional de Desarrollo 2025–2030. Entre sus propósitos se incluyen la seguridad marítima, el sistema portuario nacional, la industria naval, el medio ambiente marino, el turismo náutico y la protección de recursos naturales marítimos.

El presidente de la Comisión de la Marina, Carlos Lomelí Bolaños, afirmó que se trata de una transformación estructural, moral y estratégica que redefine el papel de las fuerzas navales en el siglo XXI. “La Armada resguarda la soberanía, la paz y la vida de la nación”, expresó. Por su parte, Enrique Inzunza Cázarez, presidente de la Comisión de Estudios Legislativos, señaló que la ley refuerza la misión histórica de la institución, especialmente ante nuevas amenazas como el crimen organizado y los ciberataques.

Durante el debate, se presentaron mociones suspensivas y reservas que fueron rechazadas. El senador Manuel Añorve Baños, del PRI, advirtió que la ley somete a la Armada al poder presidencial. “No fortalece a la institución, la pone al servicio de intereses políticos”, dijo. En la misma línea, Alejandra Barrales Magdaleno, de Movimiento Ciudadano, cuestionó la ampliación de funciones administrativas y de seguridad pública.

Desde el PT, Lizeth Sánchez García defendió el ordenamiento como una herramienta para combatir el narcotráfico, el contrabando y la piratería, mientras que Juanita Guerra Mena, del PVEM, lo calificó como un paso firme hacia la modernización de una institución fundamental para la soberanía nacional. “La Armada simboliza el honor, el deber, la lealtad y el compromiso con la nación”, afirmó.

La senadora Gina Gerardina Campuzano González, del PAN, criticó que la ley domestica a la Armada y pidió que se devuelvan las aduanas al control civil, que los nombramientos sean revisados por el Senado y que se garantice el respeto a los derechos humanos. En contraste, Laura Estrada Mauro, de Morena, sostuvo que la legislación responde a la realidad actual del país y fortalece el cumplimiento de los mandatos constitucionales.

La nueva ley también contempla la participación de la Armada en ciberdefensa y ciberseguridad, el uso de inteligencia artificial en operaciones militares, y su integración al Centro Nacional de Inteligencia de Seguridad Pública (CNI). Además, se le faculta para ejercer el derecho de vista y persecución en la Zona Económica Exclusiva y en alta mar, ampliando su capacidad de intervención contra delitos en espacios marítimos.

Con esta aprobación, el Senado redefine el marco jurídico de una de las instituciones más antiguas del Estado mexicano, en un momento en que la defensa nacional exige adaptación tecnológica, coordinación interinstitucional y visión estratégica.