Lengua, identidad y justicia: la voz totonaca que llegó al Congreso

Foto: Coordinación de Comunicación Social Cámara de Diputados

En el marco de la iniciativa legislativa “Las lenguas toman la tribuna”, el Congreso de la Unión escuchó una voz que pocas veces llega a los espacios de deliberación nacional. Patricio García Ramírez, hablante de lengua totonaca, traductor comunitario y maestro albañil, se presentó ante diputadas y diputados para compartir su historia y denunciar las barreras que enfrentan quienes, como él, conservan y practican una lengua indígena.

“Personas que, por no hablar español, no han podido defenderse y sufren abusos de todo tipo por el simple hecho de hablar una lengua indígena. Pero no hay que olvidar que es nuestro derecho hablar nuestra lengua”, expresó desde la tribuna. García Ramírez, nacido en la ranchería Vicente Herrera, municipio de Papantla de Olarte, Veracruz, relató cómo aprendió el totonaco de sus padres y hermanos, y cómo la lengua ha sido el hilo que lo conecta con su comunidad, su cultura y su historia.

Desde 2017, forma parte de la Red de Intérpretes Traductores, donde ha tomado cursos para apoyar a sus paisanos en el acceso a la justicia. Su labor como traductor lo ha llevado a colaborar con instituciones como la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, la Defensoría Pública y la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México. A pesar de haber migrado a los 13 años en busca de mejores oportunidades, nunca perdió el contacto con su lengua ni con su identidad.

Sin embargo, lamentó que no haya podido transmitir el totonaco a sus hijos. “Como proveedor de mi familia, era poco el tiempo que podía compartir con ellos cuando crecieron. Además, siempre nos comunicamos en español, y también busqué protegerlos contra la discriminación que se sufre al ser hablante de una lengua indígena”, confesó.

Durante su intervención, García Ramírez también compartió aspectos de la vida cotidiana en su comunidad: el respeto profundo por la naturaleza, la riqueza gastronómica —con platillos como el zacahuil, el mole con guajolote y el atole agrio—, las festividades tradicionales y la vestimenta de las mujeres, que aún conservan la bata de algodón con tejidos de crochet y la pañoleta bordada al cuello.

“Quizá por lo aislado que está mi pueblo, la gente aún conserva la lengua y el conocimiento que ella encierra. En contraste con toda la riqueza cultural que tiene mi pueblo, es visible un atraso en cuanto al acceso a los servicios básicos: agua potable, luz y transporte, pero también a las oportunidades de educación y trabajo”, agregó.

La presidenta de la Mesa Directiva, diputada Kenia López Rabadán, reconoció la trayectoria de García Ramírez, quien inició su carrera en el ámbito de la seguridad pública y se formó como intérprete a través de un taller impartido por la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades.

La participación de Patricio García Ramírez en el recinto legislativo no solo visibiliza las injusticias que enfrentan los hablantes de lenguas indígenas, sino que también reafirma el valor de sus voces en la construcción de un país más justo, plural y respetuoso de su diversidad lingüística.

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