El Senado de la República dio un importante paso hacia la seguridad hídrica del país al aprobar, con 89 votos a favor, un dictamen para incluir en la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos la Comisión de Recursos Hídricos e Infraestructura Hidráulica. Esta reforma busca establecer formalmente una Comisión que facilite la coordinación entre distintos niveles de gobierno, la iniciativa privada y la sociedad, con el fin de crear soluciones integrales y fortalecer acciones que aseguren el acceso equitativo al agua.

La creación de esta Comisión en la legislación vigente es vista como una medida clave para cerrar la brecha en el acceso a este recurso esencial. Además, se reconoce el agua como un pilar estratégico para el desarrollo nacional, no solo para atender las necesidades actuales, sino también para garantizar un futuro sostenible y justo para las próximas generaciones. El dictamen ahora pasará a la Cámara de Diputados para su revisión y posible aprobación definitiva.

Durante la sesión, el senador Alejandro González Yáñez, del Partido del Trabajo (PT), destacó la trascendencia de esta reforma al convertir a la Comisión de Recursos Hídricos e Infraestructura Hidráulica en un órgano legislativo ordinario. En sus palabras, “Es un paso relevante porque el agua es considerada el oro azul; la nación que tenga agua garantiza el progreso de su agricultura, ganadería, las industrias y el desarrollo humano”. Este reconocimiento subraya la importancia del recurso hídrico como base para el bienestar y la productividad del país.

Por su parte, la senadora María del Rocío Corona Nakamura, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), señaló que la formalización de esta Comisión facilitará la creación y el impulso de estrategias y leyes para el cuidado, distribución y saneamiento del agua. Enfatizó que estos esfuerzos deberán ir más allá de intereses o colores partidistas, centrados únicamente en el bienestar colectivo: “Esto permitirá garantizar un mayor cuidado, distribución y saneamiento del vital líquido, más allá de colores partidistas.”

La aprobación de esta reforma se suma a los esfuerzos nacionales para mitigar los efectos del cambio climático y reforzar la seguridad hídrica, una prioridad urgente ante los desafíos crecientes de sequías y desigualdad en el acceso al agua potable en diversas regiones del país.