Desde Antón Lizardo, Veracruz, la presidenta Claudia Sheinbaum encabezó este 21 de abril la ceremonia por el 111 aniversario de la Gesta Heroica del Puerto de Veracruz, un episodio fundamental en la historia del país que marcó la defensa de la soberanía frente a la invasión del ejército estadounidense en 1914. Ante 418 cadetes de primer año de la Heroica Escuela Naval Militar, la mandataria pronunció un mensaje enérgico en defensa de la independencia nacional y del respeto a la autodeterminación de México frente a cualquier nación extranjera.
“Lo digo fuerte y claro: solo los vendepatrias están a favor de ir a buscar ayuda al extranjero para resolver los problemas internos en nuestro país”, expresó la presidenta, recordando que México es un país libre y soberano que no acepta ser tratado como protectorado ni como colonia de nadie. Subrayó que la política exterior mexicana se basa en el respeto mutuo, el diálogo y la cooperación, sin permitir subordinaciones ni imposiciones de intereses ajenos a los del pueblo mexicano.
Frente al cuerpo de cadetes y altos mandos de la Marina, Sheinbaum señaló que, a diferencia del contexto de hace más de un siglo, la relación actual con Estados Unidos es distinta: hay cooperación, pero siempre bajo condiciones de respeto y con miras al bienestar de ambos pueblos. “Entre nosotros no competimos, nos complementamos”, afirmó, haciendo referencia a los más de 40 millones de personas mexicanas que viven en Estados Unidos y al hecho de que México es el principal socio comercial del país vecino. Reiteró la importancia de mantener una alianza económica sólida en Norteamérica, sin que ello signifique ceder soberanía o dignidad.
En temas de seguridad, también dejó claro que México mantiene colaboración con Estados Unidos, pero sin aceptar injerencias. Puntualizó que el combate al tráfico de drogas como el fentanilo requiere más que decomisos: debe atenderse desde la raíz, generando oportunidades para la juventud y evitando que se acerquen a las adicciones o a contextos de violencia. “Solo un gobierno que respeta los intereses del pueblo de México puede construir la paz y la seguridad que todos anhelamos”, dijo.
Durante el evento, se rindieron honores a los héroes de 1914, como el cadete Virgilio Uribe y el teniente José Azueta, quienes, junto con sus compañeros y el pueblo veracruzano, defendieron con valentía al país de la invasión. La presidenta pasó lista de honor, presenció la salva de fusilería, el Toque de Silencio y tomó protesta a las y los cadetes de primer año de la Escuela Naval Militar, la Escuela Médico Naval y la Escuela de Enfermería Naval. De los 418 nuevos cadetes, 169 son mujeres y 249 hombres, reflejo de una institución cada vez más inclusiva.
El almirante Raymundo Pedro Morales Ángeles, secretario de Marina, recordó que la defensa de la soberanía no solo se honra en los discursos, sino con acciones concretas que atiendan las necesidades del país. Habló del papel de la Armada dentro de la Estrategia Nacional de Seguridad, el resguardo de las fronteras, el apoyo en emergencias y el impulso al desarrollo marítimo como una vía hacia la prosperidad con bienestar.
También participó la cadete Noemí Jimena Corona García, quien habló a nombre de su generación para reconocer el compromiso institucional y la inclusión de las mujeres en la formación naval, así como el liderazgo del alto mando en este proceso.
A la ceremonia asistieron miembros del gabinete federal, autoridades militares y representantes del poder legislativo, así como la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle. Fue un acto solemne que combinó el recuerdo del pasado con el compromiso presente de defender la soberanía nacional desde todos los frentes. En palabras de la presidenta, “nunca nos alejaremos de nuestro bendito pueblo y de nuestra gloriosa nación”.