El Senado de la República dio a conocer los resultados del diagnóstico y los foros sectoriales sobre el T-MEC, en el marco de la revisión programada para julio de 2026. A través de más de 16 mesas especializadas participaron empresas, sindicatos, academia e industria —cubriendo sectores como manufactura, agroindustria, automotriz, tecnología, energía y comercio exterior— con el fin de identificar prioridades y retos para México. 

Con base en las conclusiones, se elaborará un documento que será entregado al gobierno federal y servirá como base para la negociación del país con sus socios de Norteamérica. Se enfatiza la necesidad de defender la competitividad mexicana sin sacrificar derechos laborales ni sustentar sectores vulnerables. 

Entre los puntos clave identificados destacan los desafíos para la industria nacional ante prácticas arancelarias internacionales, la urgencia de modernizar cadenas productivas, y la apuesta por fortalecer el comercio regional y la integración productiva en Norteamérica. 

Las conclusiones también incluyen advertencias sobre posibles escenarios adversos: algunos analistas consideran que la revisión podría derivar en renegociaciones profundas, ajustes en normas de comercio, o incluso presión para replantear la estructura de ciertos sectores productivos en México.