La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, aseguró que el Gobierno de México no tiene intención alguna de censurar a las personas ni controlar los contenidos que circulan en las plataformas digitales, como parte de la nueva iniciativa de reforma a la Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión. En un mensaje firme y claro, Sheinbaum dejó en evidencia que la preocupación principal de su administración es evitar que gobiernos extranjeros interfieran en el debate público mexicano a través de propaganda política o ideológica, no limitar la libertad de expresión de los ciudadanos.
Durante una conferencia de prensa realizada este jueves, la mandataria explicó que el artículo que ha generado inquietudes y críticas en torno a las plataformas digitales será revisado a fondo. Incluso abrió la posibilidad de que dicho artículo sea modificado o eliminado por completo para despejar cualquier duda sobre las verdaderas intenciones de la iniciativa. “Nunca ha sido nuestro deseo censurar a nadie; entonces, o que se modifique la redacción o que se elimine el artículo, no hay problema, porque ese no es el centro de la ley”, afirmó Sheinbaum.
La presidenta también se mostró abierta a enriquecer el contenido de la propuesta legislativa a través de un diálogo amplio y sin restricciones. Propuso que, si es necesario, se convoque a un periodo extraordinario de sesiones en el Congreso de la Unión, posiblemente en mayo, para discutir los alcances de la reforma de manera transparente. En ese espacio, puntualizó, podrían participar no solo los legisladores, sino también el titular de la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT), José Antonio Peña Merino, y expertos que contribuyeron a la elaboración del proyecto, para explicar su propósito y detalles técnicos.
Sheinbaum recordó que la iniciativa forma parte de un proceso de reestructuración que impulsa la Cuarta Transformación para devolver al Estado mexicano facultades que habían sido delegadas a organismos autónomos creados durante el periodo neoliberal, como el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece). De acuerdo con el nuevo esquema, las funciones de estos organismos serán absorbidas por nuevas instituciones como la ATDT y un nuevo ente regulador antimonopolios, cuyos integrantes serán propuestos por el Ejecutivo Federal y ratificados por el Senado.
Sobre el tema que ha causado polémica, detalló que el artículo en cuestión no tiene relación alguna con la censura de contenidos. Su función se limita a otorgar a la ATDT facultades específicas para actuar en casos en que plataformas digitales sean detectadas violando normas fiscales o legales, como lo haría el Servicio de Administración Tributaria (SAT). “Se está dando una atribución a la Agencia vinculada cuando el SAT establece que hay una plataforma digital que está violando”, explicó la presidenta. Aun así, insistió en que, para evitar malas interpretaciones o desinformación, ese apartado de la ley será aclarado.
En todo momento, Claudia Sheinbaum reiteró su compromiso personal y de su gobierno con la libertad de expresión, un principio que, dijo, ha sido promovido, defendido y vivido por quienes forman parte del movimiento de la Cuarta Transformación. “Lo que sí es que ya no va a regresar lo que existía antes. Es un nuevo esquema que no tiene nada que ver tampoco con autoritarismos, sino con recuperar atribuciones. Y si se puede mejorar, que se mejore”, enfatizó.
Con este llamado abierto al diálogo y a la construcción colectiva de leyes más justas y claras, la presidenta busca despejar cualquier sombra de duda sobre los objetivos de su administración y, al mismo tiempo, reafirma su postura a favor de la libertad de expresión como un derecho fundamental para todos los mexicanos.