Hace algunos años hice un viaje solo por Tailandia. Acababa de dejar una relación bastante tortuosa y el verano se presentaba delante de mí largo y seco así que saqué un billete de avión con siete días de antelación.
Estuve cerca de un mes viajando por ahí, con una mochila y unas chanclas negras. Y recuerdo ese viaje como uno de los mejores de mi vida.
Antes de salir, varios colegas me dijeron que iba a conocer a un montón de gente, pero estuve solo el 95 % del tiempo.
Al principio intenté conectar con algunas personas: me acercaba a algún grupo de amigos, pero pronto notaba que yo no encajaba en su viaje. Crucé alguna palabra con alguna parejita pero ¿qué pintaba yo allí?
Pronto me di cuenta de que ese viaje era para mí.
Me colé en hoteles y comí insectos. Me perdí en un bosque y me senté 45 minutos en silencio delante de un buda sin sentir absolutamente nada divino o espiritual. Vi un cadáver y dormí en la calle.
Descubrí que el Pad Thai era mi comida favorita y un día acabé en un hospital ya que empecé a sangrar por la boca por falta de vitamina C.
Tuve un romance fugaz que duró tres días pero que no olvidaré nunca.
Era yo, mi mochila y mi puto cerebro tomando decisiones. Si eran acertadas, el mérito era para mí. Si eran malas decisiones, el marrón era todo mío.
Un día, andando por nosequé ciudad, me di cuenta de una cosa que me emocionó hasta tal punto que se me pusieron los ojos llorosos:
—Me caigo bien, joder.
No quiero sonar cursi —fue un viaje muy intenso— pero ese pensamiento singular, abstracto y algo ególatra me pegó una hostia de doce toneladas en el pecho.
Tienes que ser la persona de la fiesta con la que te llevarías bien.
Tienes que ser tu mejor amigo y, si no lo eres, cambiar hasta serlo. El tipo del que estarías orgulloso. El que presentarías a tus amigos. Tomar decisiones y que la mayoría de las veces éstas sean las correctas.
¿Qué valores manejas? ¿Qué tipo de persona eres?
Ahora que se presenta un verano por delante, no se me ocurre otro mejor consejo que darte.
Coge un avión, vete a tomar por culo, toma decisiones críticas y responde a la pregunta con la que empieza este texto.
¿Te caes bien?