Con orgullo y gratitud, el Gobierno del Estado de Yucatán recibió a las y los 57 brigadistas que participaron en una misión humanitaria en Poza Rica, Veracruz, tras las fuertes lluvias e inundaciones que afectaron a la población. La brigada, conformada por personal del Instituto de Infraestructura Carretera de Yucatán (Incay) y de la Coordinación Estatal de Protección Civil (Procivy), concluyó con éxito 10 días de trabajo intenso, dejando huella por su compromiso, empatía y profesionalismo.

En representación del gobernador Joaquín Díaz Mena, la secretaria de Infraestructura para el Bienestar (SIB), Alaine López Briceño, encabezó la ceremonia de bienvenida, reconociendo el valor de quienes representaron a Yucatán en esta labor solidaria. “Gracias a ustedes por el esfuerzo, el compromiso y la calidad humana que mostraron en cada momento. A nombre del Gobernador y de todo el pueblo de Yucatán, muchas gracias”, expresó.

El coordinador de la brigada, José Antonio Delgado Calva, detalló que durante su estancia realizaron acciones de limpieza y desazolve en 160 viviendas, además de intervenir 1,600 metros lineales de calles para restablecer la conectividad y facilitar el tránsito de vehículos de emergencia. “Se generó una gran sinergia con la población, que se alegraba al vernos cada día. La gente se unió al esfuerzo, trabajando hombro a hombro con entusiasmo”, compartió.

Yucatán fue uno de los tres estados del país que enviaron brigadas especializadas a la zona afectada. Al concluir su labor, el equipo fue relevado por una brigada japonesa y por elementos de la Marina y el Ejército Mexicano, asegurando la continuidad de las tareas de apoyo.

El director general de Procivy, Hernán Hernández Rodríguez, agradeció al personal por su entrega y vocación de servicio. “Estamos profundamente agradecidos, porque ustedes fueron el rostro que representó a Yucatán ante el país”, afirmó.

La misión en Veracruz reafirma el compromiso del Gobierno del Estado con la solidaridad nacional, la cooperación interinstitucional y los valores que fortalecen el servicio público, demostrando que Yucatán no solo responde ante la emergencia, sino que lo hace con humanidad, técnica y corazón.