La UNAM reafirma su compromiso con la libertad, la dignidad y la justicia al conmemorar 40 años de su Defensoría

Foto: Dirección General de Comunicación Social UNAM

Con un llamado firme a no retroceder ni callar ante la violencia, Leonardo Lomelí Vanegas, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), encabezó la ceremonia por el 40 aniversario de la Defensoría de los Derechos Universitarios, Igualdad y Atención a la Violencia de Género, instancia que calificó como “un pilar ético y jurídico en la defensa del tejido plural que conforma esta Universidad”.

En el auditorio “Héctor Fix-Zamudio” del Instituto de Investigaciones Jurídicas, el rector destacó la evolución y el papel fundamental de esta Defensoría, creada el 29 de mayo de 1985 durante el rectorado de Jorge Carpizo, como un espacio que “celebra su existencia como continuidad de una tarea en perpetuo movimiento y la reafirmación de un compromiso: no retroceder, no callar ante la violencia, no normalizar el agravio y seguir construyendo una Universidad que sea espacio de libertad, de dignidad y de justicia.”

Lomelí Vanegas subrayó que hablar de la Defensoría es hablar de una política de derechos que reconoce que las relaciones de poder atraviesan todos los ámbitos, incluso los universitarios: “la igualdad no es un trámite, sino una lógica estructural que solo es posible mediante sensibilidad, firmeza y un compromiso institucional constante.”

En los últimos 10 años, esta oficina ha brindado más de 21 mil 500 orientaciones, atendido más de tres mil quejas y emitido diversas recomendaciones que buscan promover una cultura de derechos dentro de la Universidad. En total, se ha escuchado a más de 53 mil personas a lo largo de cuatro décadas, y cerca de 20 mil en los últimos cinco años.

La titular de la Defensoría, Guadalupe Barrena Nájera, enfatizó que esta instancia se ha convertido en “la conciencia de nuestra institución”, al mantenerse como un órgano independiente, autónomo y con diálogo abierto con las autoridades universitarias. En su intervención, alertó sobre la importancia de combatir la violencia dentro de los espacios universitarios, ya que “la violencia que no se atiende oportunamente en los espacios académicos, genera deserción.”

A su vez, Mónica González Contró, directora del Instituto de Investigaciones Jurídicas, destacó que los conflictos internos se han resuelto dentro de la comunidad con apego a los derechos humanos: “La Defensoría y otros órganos que sostienen nuestra autonomía han permitido llevar una vida académica intensa y rica, caracterizada por la pluralidad, la tolerancia, la integridad académica y una irrenunciable libertad de pensamiento y expresión.” Recalcó también que “son las normas y las instituciones que las y los universitarios hemos decidido darnos las que sostienen nuestras libertades académicas.”

Por su parte, Luis Armando González Placencia, secretario General Ejecutivo de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), celebró los avances de esta Defensoría y aseguró que se impulsará la creación de instancias similares en todas las universidades del país, públicas y privadas, bajo un enfoque de justicia con perspectiva de derechos humanos.

En la ceremonia también estuvieron presentes figuras como Rafael Orden Jiménez, defensor de la Universidad Complutense de Madrid; Susana Magallón Puebla, directora del Instituto de Biología y presidenta de la Comisión Especial de Igualdad de Género del Consejo Universitario de la UNAM; y Diego García Ricci, procurador de Derechos Universitarios de la Universidad Iberoamericana.

La jornada incluyó la proyección de un video conmemorativo sobre la historia de la Defensoría, en el que se recordó que esta institución fue la semilla de lo que años más tarde serían las comisiones de derechos humanos en México, al sentar un precedente en la atención de quejas y la protección de los derechos dentro del ámbito académico.

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