La UNAM, semillero de escultoras y escultores que transforman el espacio en arte

Foto: Dirección General de Comunicación Social UNAM

La escultura ha dejado de ser un simple objeto decorativo para convertirse en una forma de expresión social y participativa. Así lo asegura Horacio Castrejón Galván, escultor y coordinador de la Licenciatura en Artes Visuales de la Facultad de Artes y Diseño (FAD) de la UNAM, con motivo del Día Internacional del Escultor, celebrado cada 6 de marzo en honor al nacimiento de Miguel Ángel Buonarroti.

“La escultura ya no vive en un rincón del jardín; ahora se convierte en referencia de ciudades enteras”, afirma Castrejón, y menciona como ejemplo emblemático el Espacio Escultórico de Ciudad Universitaria, una obra monumental que integra arte y paisaje, abierta a la interacción del público.

La UNAM, como la institución más antigua del país en la enseñanza de las artes, sigue siendo un semillero de grandes escultores y escultoras. Según Castrejón, el 10% de los 250 estudiantes de la carrera de Artes Visuales en la FAD se forman específicamente en esta disciplina. Entre sus filas y egresados destacan figuras como Federico Silva, Manuel Felguérez, Ángela Gurría y Margarito Leyva, además de contar en su acervo con más de mil 200 esculturasregistradas, muchas de ellas de gran formato y distribuidas por todo el país.

El escultor explica que esta forma de arte es una de las más demandantes: requiere espacios amplios, materiales específicos y dominio técnico. “No se empieza golpeando mármol”, aclara. En la FAD se enseñan tres niveles de aproximación a la escultura:

  1. Modelado, donde se moldea barro o plastilina.

  2. Construcción, donde el espacio también se modela mediante ensamblaje de piezas.

  3. Sustracción, que implica tallar directamente materiales como piedra o madera.

Además, hoy la escultura ha evolucionado a nuevas formas, como la escultura blanda, hecha con textiles y fibras, lo que permite explorar otros discursos y sensibilidades.

“Los escultores somos observadores de objetos, texturas y volúmenes; nos inspiramos en todo: la vida, la historia, la ciencia. Hasta las matemáticas pueden traducirse a formas tridimensionales”, comenta Castrejón. En su visión, el espacio se vuelve materia, y el arte, una herramienta para dialogar con la sociedad desde otra dimensión.

Compartir:

Artículos relacionados