En el marco del programa “Las lenguas toman la tribuna”, el hablante de lengua náhuatl Evaristo Hernández Martínez, originario del pueblo San Martín Chalchicuatla, en la Huasteca de San Luis Potosí, compartió un mensaje profundo y emotivo ante la Cámara de Diputados, en el que celebró la riqueza cultural de México y llamó a protegerla con unidad y respeto. “Vivir en un país con diversidad cultural es un privilegio inmenso; nos da identidad, nos da fuerza, nos da historia, pero ese privilegio también nos compromete: nos convierte en guardianes de nuestra cultura, en todo su contexto”, expresó.

Durante su participación, Hernández Martínez subrayó que ese compromiso no recae únicamente en los tres niveles de gobierno, sino también en la sociedad civil de las grandes ciudades, que debe aprender a ser empática, y en los propios habitantes de las comunidades originarias, quienes tienen el deber de hablar en público su lengua materna, practicar sus danzas, difundir la medicina tradicional y honrar la partería con sus rituales y sabiduría.

“Tenemos derecho a ejercer nuestros usos y costumbres sin transgredir a nadie, siempre en pro de la preservación de la vida y con respeto a la tierra, fuente sagrada de todo existir”, afirmó. Recordó que en México se hablan 68 lenguas originarias, que con sus variantes suman 364, muchas de las cuales se escuchan en la ciudad capital debido a la migración. “En ese camino, hemos tenido que dejar atrás nuestras costumbres para adaptarnos a las formas de vida de las grandes urbes. Sin embargo, no todos nos rendimos. Muchos resistimos”, dijo.

A través de la poesía, los cantos, las danzas y todas las manifestaciones de la cultura, Hernández Martínez destacó que luchan por mantener vivo el origen. “Nuestras raíces tienen derecho a ser preservadas, porque nuestra gran cultura, que anida en este país, no debe ser mancillada”, sostuvo. Consideró que la infancia tiene derecho a conocer su cultura, a leer y escribir en su lengua materna, y que los mayores merecen ser honrados por su legado. “Aquellos que partieron al descanso eterno, luchando por sus ideales y resguardando el conocimiento ancestral, merecen nuestra memoria”, expresó.

En su mensaje, hizo una poderosa metáfora sobre la patria: “Podríamos visualizarla como un frondoso árbol con diferentes ramas culturales y lingüísticas. Si cortamos sus brazos, se limita su sombra, pero, aún peor, si su tronco es cortado, requerirá de más cuidado para que sus ramas vuelvan a retoñar. Sin embargo, si arrancamos su raíz, todo muere”. Por ello, llamó a la unión entre sociedad y gobierno para alimentar esa raíz y mantener viva la diversidad cultural en todo el territorio nacional.

“Solo así, colaborando juntos sociedad y gobierno podremos darle a este país un rumbo distinto: un rumbo en el que nuestra identidad florezca, en el que nuestro origen sea ensalzado y en el que nunca olvidemos a los guerreros que ofrendaron su sangre para que nuestra cosmogonía perdure”, concluyó.

La presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Kenia López Rabadán, reconoció la trayectoria de Hernández Martínez como un hombre multifacético, comprometido con la preservación de la lengua náhuatl, la medicina tradicional y la música, que ha integrado con pasión en su vida cotidiana.