Foto: Coordinación de Comunicación Social Cámara de Diputados
Desde la tribuna del Congreso, César Cruz Benítez, originario de San Ildefonso Chantepec, en el estado de Hidalgo, alzó la voz en nombre del pueblo otomí/Hñähñu para pedir al Poder Legislativo que los incluya en la elaboración de las leyes secundarias en materia indígena. Su participación se dio en el marco del programa “Las lenguas toman la tribuna”, en un año simbólicamente nombrado como el 2025, Año de la Mujer Indígena.
“Pedimos que se nos visibilice, que se nos dé la apertura de trabajar de la mano para construir un futuro seguro”, expresó Cruz Benítez, quien fue presentado como gobernador indígena ñäñu de su comunidad. Agradeció el espacio para dirigirse al pueblo de México, a la Presidenta de la República, a las y los legisladores, y subrayó que este momento representa una oportunidad para que las voces indígenas sean escuchadas y consideradas en la toma de decisiones.
Durante su intervención, recordó que México es una nación pluricultural y multiétnica, como lo reconoce la Constitución, y que los gobiernos deben asignar presupuesto específico para fortalecer las lenguas maternas, en particular la otomí/Hñähñu, que cuenta con más de 300 mil hablantes solo en Hidalgo. “No existe en México una educación indígena. Es urgente preparar a los maestros para una educación intercultural”, afirmó.
Cruz Benítez propuso que las leyes reconozcan el derecho de los pueblos a enseñar su historia, su cultura y su forma de organización política, y mencionó que en regiones como el Valle del Mezquital y la zona otomí-tepehua se conserva viva esta lengua ancestral. “Tenemos un gran compromiso con la historia del país pluricultural. Debemos seguir hablando con los abuelos y abuelas para que se perpetúe esta lengua milenaria”, dijo.
También hizo un llamado a legislar con el consentimiento pleno de los pueblos indígenas, y a garantizar una gestión colectiva del agua, el respeto a los derechos humanos, la democracia popular desde abajo y el reconocimiento de las formas de autogobierno indígena. “El agua debe ser para todos y debe ser para la vida”, enfatizó, al tiempo que pidió prohibir prácticas como el fracking y la minería a cielo abierto en territorios indígenas.
En su mensaje, también exigió un país donde se garantice una vida libre de violencia para mujeres, jóvenes, niñas, niños y personas mayores, y donde no se criminalice la participación ciudadana ni el derecho a manifestarse. “No se puede negar el derecho a existir”, sentenció.
La presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Kenia López Rabadán, reconoció la trayectoria de César Cruz Benítez, a quien describió como un hombre formado musicalmente desde la infancia por su padre. A los 14 años ingresó a la Banda Sinfónica del Estado de Hidalgo, estudió en el Conservatorio Nacional de Música, fundó la Banda Juvenil de San Ildefonso —ganadora del primer concurso estatal de bandas en 1991— y ha dedicado más de 20 años a la docencia gratuita en su comunidad.
Actualmente, dirige la Banda Sinfónica de San Ildefonso y forma parte de la Banda Peña Alta, con tres producciones discográficas que incluyen composiciones propias. Su vida, marcada por la música y el compromiso comunitario, es también una expresión viva de la cultura otomí/Hñähñu.
Con su intervención, César Cruz Benítez dejó claro que la lengua, la memoria y la dignidad de los pueblos indígenasno pueden quedar fuera del marco legal que se construye para el futuro del país. “Queremos leyes que nazcan con nosotros, no que hablen por nosotros”, concluyó.


