Los grupos parlamentarios de Morena y sus aliados en las dos cámaras del Congreso afirmaron su apoyo incondicional a la presidenta Claudia Sheinbaum, después de lo que calificaron como una campaña de difamación y desestabilización impulsada por la derecha. Según ellos, existe una estrategia bien definida para proyectar una “imagen falsa de inestabilidad y violencia” en México.

Durante una conferencia conjunta, Adán Augusto López Hernández, coordinador de los senadores morenistas, y Ricardo Monreal, su contraparte en la Cámara de Diputados, denunciaron que la marcha del pasado sábado, vinculada a la llamada “Generación Z”, no fue un movimiento espontáneo sino algo “orquestado”. López Hernández señaló que empresarios como Ricardo Salinas Pliego y Claudio X. González, así como figuras políticas del PRI y PAN, habrían reclutado jóvenes para infiltrar el evento.

Los legisladores señalaron que hubo grupos infiltrados durante la movilización, lo que atribuyen a un intento de generar caos y confrontación. “Está lo más rancio del fascismo que es la ultraderecha”, afirmó López Hernández, quien añadió que podría haber habido excesos en la intervención policial, pero insistió en que estas acciones deben investigarse.

Por su parte, Monreal defendió la legitimidad del gobierno de Sheinbaum y descartó que exista un intento de golpe: “Las transiciones políticas son tensas … en México no pasa eso, tenemos una presidenta con alto respaldo y un movimiento social que la respalda.”

También enfatizó que la “derecha conservadora” no logrará imponer sus intereses: “La única vía real es la electoral”, sentenció.