Foto: Gobierno del Estado de Puebla
En el marco del Día del Charro, el gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, encabezó una emotiva cabalgata en la zona histórica de los Fuertes de Loreto y Guadalupe, acompañado por familias, escaramuzas, charros y autoridades estatales. El recorrido, que inició en Plaza la Victoria, reunió a más de 60 charros, en una celebración que reafirma el valor de la charrería como símbolo de identidad nacional.
“La charrería es deporte, es arte y es tradición. Preservarla y promoverla es honrar a México y fortalecer la identidad”, expresó Armenta, al destacar el papel de esta práctica como expresión viva de la cultura mexicana. A su lado estuvieron la presidenta de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso del Estado, Laura Artemisa García Chávez, y el presidente de la Federación Mexicana de Charrería, Salvador Barajas del Toro, en un ambiente de unidad y orgullo.
La cabalgata se suma a otras acciones impulsadas por el gobernador para visibilizar y fortalecer esta tradición. En lo que va del año, Armenta ha encabezado dos cabalgatas más: una en Francisco Z. Mena y otra en Chignahuapan, el pasado 25 de junio, en honor a San Isidro Labrador, patrono de los agricultores.
Para Diego Leal Ramírez, joven charro que participó en el evento, formar parte de la charrería es un legado familiar. “Es un gran orgullo. Es un deporte que heredé gracias a mi padre. El apoyo del gobernador Alejandro Armenta permite que más personas conozcan esta práctica, que por excelencia es el deporte nacional”, compartió. Leal también recordó que desde 2016, la charrería fue reconocida por la UNESCO como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, lo que refuerza su valor cultural y social.
La cabalgata en Puebla no solo celebró una fecha significativa, sino que también proyectó el compromiso del gobierno estatal con la preservación de las tradiciones, el fortalecimiento de la identidad mexicana y el reconocimiento de las comunidades que mantienen viva esta herencia. En cada paso del caballo, en cada sombrero levantado, se reafirmó que la charrería sigue siendo un orgullo que cabalga con historia.


