Durante su comparecencia ante la Comisión de Energía del Senado, la secretaria de Energía, Luz Elena González Escobar, aseguró que el nuevo modelo energético implementado por el Gobierno de México funciona y ha permitido recuperar el carácter público de Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), tras décadas de políticas que fragmentaron su operación y debilitaron la rectoría del Estado. “Desde el primer día, el gobierno encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum se enfocó en poner en marcha un modelo con horizonte de largo aliento, que devolvió al Estado el control de la energía y fortaleció a sus empresas públicas”, afirmó.

La secretaria explicó que la CFE ha retomado su papel como garante del acceso universal a la energía, al generar más del 54 por ciento de la energía nacional, asegurar la transmisión y distribución, y avanzar hacia una meta de 35 por ciento de energía limpia para 2030, con 51 proyectos públicos en tecnologías fotovoltaica, eólica y termosolar. Entre octubre de 2024 y agosto de 2025, se invirtieron más de 4 mil millones de pesos en 16 nuevas subestaciones y la ampliación de 41, lo que elevó la capacidad instalada del país a más de 90 mil megawatts, un incremento del 24 por ciento respecto a 2018.

Sobre Pemex, González Escobar destacó que desde 2019 se inició un proceso sostenido de recuperación institucional y financiera, que ha logrado una reducción del 90 por ciento en pérdidas y ahorros por más de 20 mil millones de pesos, gracias a políticas de austeridad y contención del gasto. En el tercer trimestre de 2025, la empresa promedió una producción de 1.63 millones de barriles diarios de hidrocarburos líquidos, y la extracción de gas natural continúa en crecimiento. En refinación, se rehabilitó el Sistema Nacional de Refinación, lo que permitió aumentar en 44 por ciento el procesamiento de crudo y elevar la producción de gasolina, diésel y turbosina en 40 por ciento, alcanzando 649 mil barriles diarios en agosto.

También se presentó el Plan Estratégico Pemex 2025–2035, con dos ejes: el financiero, que incluyó la colocación de bonos por 12 mil millones de dólares, el pago a proveedores por 300 mil millones de pesos, y la mejora en la calificación crediticia por parte de Fitch, Moody’s y S&P; y el productivo, enfocado en exploración, reservas y desarrollo mixto, con 24 pozos perforados y 400 millones de barriles en reservas.

La presidenta del Senado, Laura Itzel Castillo Juárez, respaldó la política energética del Ejecutivo y recordó que se aprobó una reforma constitucional en materia de áreas y empresas estratégicas, junto con un paquete de leyes secundarias que garantizan la seguridad, soberanía energética y bienestar social. “Hoy, afortunadamente la energía ya no es una mercancía”, expresó.

Por su parte, la presidenta de la Comisión de Energía, Beatriz Robles Gutiérrez, afirmó que México vive un renacimiento energético, que proyecta el legado de la nacionalización hacia el siglo XXI. “No sólo se trata de producir energía, sino de garantizar que cada kilowatt y cada barril sirva para fortalecer la independencia nacional y el bienestar del pueblo”, señaló.

Con ingresos históricos por más de 339 mil millones de pesos en el primer semestre de 2025, la CFE se consolida como columna vertebral del sistema eléctrico mexicano, mientras Pemex mantiene viva la llama del nacionalismo energético, con resultados que apuntan a una autosuficiencia energética sustentable. El nuevo modelo, según la Secretaría de Energía, establece figuras claras de participación privada, pero bajo un esquema ordenado y coordinado, que respeta la rectoría del Estado y proyecta a México como una potencia energética con justicia social.