El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, aseguró que “miles de michoacanos” acudirán al Zócalo capitalino con motivo de una celebración organizada por su administración, con respaldo del gobierno federal. Con esta convocatoria, busca mostrar apoyo popular y reforzar su vínculo con ciudadanos que respaldan sus políticas. 

El anuncio se da luego de un periodo convulso en la entidad, marcado por protestas ciudadanas, bloqueos carreteros y movilizaciones derivadas del asesinato de autoridades locales. En ese contexto, la convocatoria apunta a contrarrestar el descontento social y proyectar una imagen de apoyo masivo hacia su gobierno.

Para muchos observadores, esta movilización gubernamental representa un intento de legitimar la gestión estatal frente a la ciudadanía, en un momento de cuestionamientos sobre seguridad, legitimidad y gobernabilidad. El evento en la capital podría servir como vitrina de respaldo popular, aunque también podría generar críticas por uso político de ciudadanos.

Por su parte, sectores críticos advierten que la invitación a acudir en masa al Zócalo podría interpretarse como una presión política sobre los michoacanos, especialmente en medio de procesos de protestas y demandas de justicia. Esta convocatoria se suma al contexto de tensión en el estado, en el que se han denunciado vinculaciones entre movilizaciones de campesinos y transportistas con intereses políticos locales.