Foto: Dirección General de Comunicación Social Secretaría de Gobernación
Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Gobernación, reafirmó que la cultura no solo enriquece el alma, sino que es una herramienta fundamental para transformar realidades y construir paz desde la raíz. En el marco de la Conferencia del Pueblo encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum, Rodríguez presentó los avances de la estrategia Atención a las Causas que Generan la Violencia, una apuesta por prevenir los conflictos sociales a través del arte, la educación y la participación comunitaria.
Durante su intervención, la titular de la Secretaría de Gobernación (Segob) subrayó que más de un millón 486 mil atenciones han sido brindadas en siete entidades federativas, con un enfoque en la niñez, juventud y poblaciones vulnerables. “Las causas que generan las violencias se atienden con prevención. Mediante actividades lúdicas, con juegos de mesa y al aire libre, de destreza mental y manualidades, transmitimos a niñas y niños que hay otras alternativas para la resolución de conflictos”, afirmó.
El componente artístico y cultural se ha vuelto clave en esta estrategia. En los Senderos de Paz, niñas, niños y jóvenes han tenido acceso a talleres de lectura, animación, teatro, manualidades y narración oral, generando espacios seguros y creativos para la expresión de su identidad y entorno. “A través de las expresiones artísticas se plasman realidades y vivencias que reflejan la identidad comunitaria”, expresó Rodríguez, quien también agradeció el compromiso de la Secretaría de Cultura, así como de las y los vecinos que colaboran compartiendo sus saberes y tradiciones.
En solo seis meses, casi 47 mil 500 personas han participado en estas actividades culturales. Destacó experiencias significativas como la de Puruándiro, Michoacán, donde mujeres indígenas no solo compartieron lecturas, sino también ideas y experiencias propias, generando una conversación viva con las autoras de la región. En San Cristóbal de las Casas, Chiapas, se reactivó un semillero de teatro y animación, mientras que en Pantelhó se entregaron aparatos funcionales a personas tzotziles y en Tila, se organizaron festivales para la niñez con entrega de juguetes.
Además, las brigadas interinstitucionales han continuado visitando casa por casa para identificar problemáticas y canalizar soluciones. Desde los Comités de Paz, las y los vecinos colaboran directamente con el gobierno para proponer acciones concretas en sus comunidades. “Agradecemos a todas las instituciones federales que acercan sus programas y servicios a la población, a través de las Ferias de Paz, donde las personas han tenido acompañamiento para realizar trámites de programas sociales, de salud, asesorías jurídicas y canalizaciones, entre muchas otras”, comentó.
Otra prioridad en la agenda de Rosa Icela Rodríguez es la prevención de adicciones, especialmente entre adolescentes y jóvenes. Por ello, se lanzó una Jornada Nacional de Tequios por la Paz y en contra de las adicciones, una gran movilización comunitaria en la que participaron más de un millón de jóvenes a nivel nacional, recuperando más de 10 mil espacios públicos en todo el país.
En materia de seguridad ciudadana, también continúa el programa “Sí al Desarme, Sí a la Paz”, el cual ha logrado la recolección voluntaria y anónima de mil 610 armas de fuego, entre ellas mil 60 cortas, 420 largas y 130 granadas, además de cargadores y cartuchos. Como parte del mismo esfuerzo, en los atrios de iglesias se han canjeado más de tres mil 800 juguetes bélicos por didácticos, fomentando una cultura de paz desde la infancia.
Uno de los módulos más recientes de esta iniciativa opera actualmente en el atrio de la Catedral de Puebla, donde permanecerá activo hasta el viernes. Finalmente, la secretaria reconoció la participación activa de las y los presidentes municipales en el encuentro de cultura democrática y fomento cívico, en el cual también se realizó la entrega de banderas nacionales.
El trabajo liderado por Rosa Icela Rodríguez da testimonio del poder transformador de la cultura, no solo como expresión artística, sino como un pilar para reconstruir el tejido social, prevenir la violencia y dar esperanza a miles de familias mexicanas.