Desde Cuapiaxtla, el gobernador Alejandro Armenta encabezó la entrega de apoyos del programa Por Amor a Puebla, reafirmando su compromiso con la soberanía alimentaria y el desarrollo rural. Ante más de mil 200 personas, se distribuyeron maquinaria, herramientas, ganado y tractores, en beneficio de miles de familias campesinas. “La riqueza del campo no puede seguir en el abandono. Vamos a sembrar en todo Puebla”, afirmó Armenta, al destacar que gracias al manejo honesto de los recursos se han ahorrado 150 millones de pesos, que hoy se traducen en tecnología, agroindustria y equipamiento agrícola.

A través del programa de Obra Comunitaria, el gobierno estatal ha destinado 23 millones de pesos para 91 obras locales en esta microrregión, con una política que lleva el presupuesto directamente a la gente. “Hoy las comunidades deciden qué obra es prioritaria, y lo hacen con comités ciudadanos liderados por mujeres. Aquí el dinero rinde porque no hay corrupción”, señaló el mandatario.

El secretario de Gobernación, Samuel Aguilar, reconoció el impacto social del programa y la cercanía del gobernador con las comunidades. “Nunca habían tenido un gobernador que escuchara, caminara y cumpliera como Alejandro Armenta. La paz se construye con diálogo, respeto y acciones concretas que dignifican al pueblo”, expresó.

La secretaria de Agricultura y Desarrollo Rural, Ana Laura Altamirano, informó que se han otorgado más de 2 mil 600 apoyos, con una inversión superior a 20 millones de pesos. Subrayó que el trabajo local genera más de un millón de toneladas de productos agrícolas, algunos exportados a Estados Unidos y Canadá, y que con valor agregado como jugos y conservas, Puebla avanza hacia la autosuficiencia alimentaria.

La presidenta municipal de Cuapiaxtla, Sandra Sánchez, agradeció la creación del programa de obra comunitaria, que ha permitido solventar necesidades básicas en municipios con presupuestos limitados. “Recuperar el tejido social sólo es posible con voluntad, trabajo en equipo y respeto al pueblo”, afirmó.

Con estas acciones, el gobierno de Puebla transforma el campo desde sus raíces, fortaleciendo la participación ciudadana, la inversión productiva y la justicia social como pilares de un modelo de paz duradera que pone a las personas y sus comunidades en el centro de la transformación.