Una crisis que no puede esperar, la violencia contra las mujeres

Cada día, miles de mujeres en el mundo y en nuestro país enfrentan diversas formas de violencia, desde el acoso callejero hasta el feminicidio.

A pesar de los avances en materia de derechos humanos e igualdad de género, más aún se dice que hoy tenemos igualdad sustantiva, pero la violencia contra las mujeres sigue siendo una realidad alarmante que atraviesa todas las culturas, clases sociales y edades.

Este problema no es solo un asunto privado o doméstico; es una crisis de derechos humanos que afecta a toda la sociedad.
La normalización del machismo, la impunidad y la falta de políticas efectivas perpetúan la violencia y el miedo en la vida de muchas mujeres.

Es necesario entender que la violencia de género, mejor dicho “contra las mujeres”, no es un hecho aislado, sino una manifestación de estructuras de poder que históricamente han oprimido a las mujeres.

La violencia contra las mujeres se manifiesta de diversas formas, como:

  • Violencia física: Golpes, empujones, quemaduras u otras agresiones que causan daño corporal.
  • Violencia emocional: Desvalorización, chantaje, aislamiento, culpabilización y cualquier conducta que afecte la autoestima y el bienestar emocional de la mujer.
  • Violencia psicológica: Humillaciones, amenazas, manipulación, y otras acciones que afecten la estabilidad emocional y mental de la víctima.
  • Violencia sexual: Abuso, acoso, violación y cualquier forma de agresión de naturaleza sexual sin consentimiento.
  • Violencia económica: Control de los recursos económicos de la víctima, restricción del acceso al trabajo o cualquier acción que la haga dependiente financieramente.
  • Violencia simbólica: Reproducción de estereotipos y roles de género que refuerzan la desigualdad y la discriminación.
  • Violencia digital: Acoso, difusión de contenido íntimo sin consentimiento, amenazas en línea y otras formas de violencia que se ejercen a través de plataformas digitales.
  • Feminicidio: La expresión más extrema de la violencia de género, en la que las mujeres son asesinadas por su condición de género.

 

Hay muchas más violencias como la vicaría, el trauma por goteoobstétrica, institucionallaboralviolación sexualacoso callejeromatrimonio infantilataques con ácidola políticapatrimonialla trata, etc.

Por otro lado, las cifras son contundentes. Según organismos internacionales como ONU Mujeres, la CEDAW (Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer), OEA, entre otros, dicen que una de cada tres mujeres ha sufrido violencia física o sexual en su vida. Además, el feminicidio sigue cobrando miles de vidas cada año, muchas de estas muertes quedan impunes. Estos números no pueden seguir siendo solo estadísticas; son vidas, historias y sueños truncados por la violencia.

Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en 2024 se registraron 6,837 homicidios de mujeres, de los cuales 839 fueron clasificados como feminicidios. Estas cifras indican que, en promedio, más de 18 mujeres fueron asesinadas cada día durante ese año.

Así, la violencia letal contra las mujeres sigue siendo alarmante. Además, solo una cuarta parte de los homicidios de mujeres son investigados como feminicidios, lo que resalta la necesidad de mejorar los procesos de clasificación y judicialización de estos delitos.

Un dato importante a tomar en cuenta es la reclasificación de feminicidios como homicidios dolosos, una práctica que se utiliza para ocultar o minimizar la violencia de género en las estadísticas locales oficiales.

La pregunta es: ¿Qué podemos hacer como sociedad? Primero, es fundamental educar desde la infancia sobre la dignidad, el respeto y la igualdad de género.

La educación es una herramienta poderosa para erradicar la cultura de la violencia y fomentar relaciones basadas en el respeto mutuo. Además, es esencial que los Estados refuercen sus políticas de protección, promuevan leyes más estrictas y garanticen que las víctimas tengan acceso a justicia y apoyo.

El silencio también es cómplice.
Denunciar la violenciaapoyar a las víctimas y visibilizar este problema son pasos fundamentales para generar un cambio real. La erradicación de la violencia contra las mujeres no es solo una tarea de las afectadas o de las autoridades, sino de toda la sociedad.

Solo a través de un esfuerzo conjunto podremos construir un mundo, un México más seguro, justo e igualitario para todas y todos.

No basta con indignarse; es hora de actuar.

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