En un acto cargado de simbolismo y responsabilidad cultural, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)y la Fundación para las Letras Mexicanas firmaron la renovación del convenio de colaboración que da vida a la Cátedra Extraordinaria Octavio Paz, con el objetivo de seguir promoviendo el pensamiento crítico, la poesía y el legado intelectual del único mexicano galardonado con el Premio Nobel de Literatura.

Durante la ceremonia, realizada en la Torre de Rectoría, el rector de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas, subrayó la trascendencia de mantener vigente la obra del poeta, ensayista y diplomático mexicano. “Octavio Paz es una figura a la cual todas las generaciones deben regresar y honrar, sobre todo en un mundo tan complejo en el que hay tantos distractores”, expresó. Y agregó que “la Universidad cumple con una de sus funciones más importantes: preservar y transmitir un legado cultural de la mayor trascendencia a las generaciones que ya no tuvieron la fortuna de conocerlo en persona”.

El rector también calificó como afortunada esta colaboración con la Fundación, destacando que “la Cátedra -sin duda- es una gran iniciativa que vale mucho la pena apoyar y fortalecer”. En ese sentido, destacó el papel de este espacio académico para motivar nuevas visiones y recrear la cultura desde los jóvenes universitarios.

Por su parte, el presidente de la Fundación para las Letras Mexicanas, Miguel Limón Rojas, recordó la dimensión luminosa del Nobel mexicano: “Octavio Paz fue una figura importante cuyo talento y riqueza de pensamiento representó luz para todos”. Con entusiasmo, celebró que esta nueva etapa de la Cátedra esté guiada por la poeta María Baranda, cuya sensibilidad y conocimiento, dijo, permitirán a las nuevas generaciones acercarse al modelo creativo de Paz, “lleno de sabiduría, de metodologías, de pensamiento crítico y universalidad”.

La coordinadora de Difusión Cultural de la UNAM, Rosa Beltrán Álvarez, ofreció una intervención emotiva y puntual al recordar la profundidad intelectual del autor de El laberinto de la soledad. “Paz se ocupó de temas fundamentales para explicar las luchas sociales del siglo XX, a Sor Juana o el arte contemporáneo; su poesía de gran altura intelectual contiene, además de ritmo y metáforas, ideas críticas importantes”, afirmó. También reconoció su capacidad para abordar con brillantez una vasta diversidad de temas, manteniendo siempre una mirada crítica y estética sin concesiones.

“Hoy, con el apoyo de la Fundación, la Cátedra extenderá ese espíritu que estimule en nuestras comunidades la curiosidad, la crítica y el disfrute de la poesía. Celebro este compromiso y voluntad hacia un objetivo común: seguir haciendo de la cultura de la palabra el espacio de libertad, esperanza y de creación de futuros posibles”, concluyó Beltrán.

La poeta María Baranda, quien funge como titular de la Cátedra Extraordinaria, agradeció la cooperación y enfatizó que esta iniciativa abre nuevos horizontes para los jóvenes universitarios. Recordó una de las reflexiones esenciales del propio Paz: “el principio de toda sociedad es la reflexión; el pensamiento y la vida son vasos comunicantes, un binomio indisoluble”. Y añadió que gracias a este esfuerzo conjunto, “hoy estos vasos comunicantes se abren con mucha plenitud”.

Entre los testigos de honor se encontraban Manuel Arango y Bernardo Quintana, integrantes del Patronato de la Fundación; Eduardo Langagne, director general del organismo; y el poeta Eduardo Vázquez, coordinador Ejecutivo del Mandato del Colegio de San Ildefonso.

La colaboración entre la UNAM y la Fundación para las Letras Mexicanas, vigente desde 2003, ha sido clave para promover el estudio y la difusión de la obra de Octavio Paz. En 2023, esta alianza dio lugar a la Cátedra Extraordinaria, un espacio académico orientado al análisis crítico, la reflexión literaria y la divulgación cultural. Con la renovación del convenio, se asegura la continuidad de proyectos como seminarios, foros, conversatorios y encuentros con escritores, tanto presenciales como a distancia, así como el impulso a investigaciones relacionadas y la promoción de la historia del Colegio de San Ildefonso, donde Paz cursó parte de su formación.

Así, la UNAM y la Fundación reafirman su compromiso de seguir sembrando en las nuevas generaciones la semilla del pensamiento, la palabra y la crítica, a través de una figura que sigue dialogando con el presente: Octavio Paz.