Desde la Cámara de Diputados, en el marco del programa Las Lenguas Toman la Tribuna, el hablante de lengua zapoteca Atalo Florencio Santiago Juárez participó en la sesión presencial para compartir la voz de su comunidad, Coatecas Altas, Latyezh, ubicada en los valles centrales de Oaxaca. En su intervención, celebró que México está cambiando, y que los pueblos originarios hoy se sienten tomados en cuenta. “Con la reforma al artículo segundo de la Constitución Política, por fin después de más de 80 años, se nos ha reconocido con el carácter de una etnia pluricultural, y nuestro derecho a la libre determinación”, expresó.

Santiago Juárez destacó que ahora se reconoce a los pueblos indígenas como sujetos de derecho público, con autonomía, identidad y libertad para aplicar sus sistemas normativos. Subrayó que las asambleas comunitariasdeciden directamente el destino de los recursos, y que las mujeres zapotecas asumen con orgullo el papel de administradoras, como siempre lo han hecho desde sus hogares. “Ténganlo por seguro, se invertirá en nuestras necesidades más básicas como luz, agua potable o la salud”, afirmó.

Durante su participación, recordó que su pueblo ha mantenido viva la lengua zapoteca, el cultivo del maíz, frijol y calabaza, la destilación del mezcal que hoy da orgullo a Oaxaca, y la elaboración de artesanías de palma que llevan memoria en cada fibra. “Incluso cuando muchos hijos tuvieron que migrar, nunca dejaron de llevar a Coatecas en el corazón”, dijo con emoción.

En nombre de su comunidad, agradeció ser escuchado y reconoció que hoy se vive un México que valora la diversidad cultural. “Esperamos que sigan trabajando para que nuestros derechos sean una realidad tangible en cada rincón de nuestra tierra”, concluyó.

La presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Kenia López Rabadán, reconoció la trayectoria de Atalo Florencio Santiago Juárez como promotor cultural bilingüe en Oaxaca, y celebró su participación como parte del 2025, Año de la Mujer Indígena, en la LXVI Legislatura, bajo el lema “Soberanía y Justicia Social”. Con esta intervención, la tribuna se convirtió en espacio de memoria, dignidad y esperanza para los pueblos originarios.