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Este 15 de marzo, el mundo conmemora el Día Mundial de los Derechos del Consumidor, una fecha que busca visibilizar la importancia de proteger los derechos de quienes compran bienes y servicios, pero también invita a reflexionar sobre el impacto que nuestras decisiones de consumo tienen en el entorno y en la vida de otras personas.
La conmemoración tiene sus raíces en un histórico discurso del entonces presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, quien el 15 de marzo de 1962 declaró que “todos somos consumidores”, reconociendo así la necesidad de proteger sus intereses y garantizar condiciones equitativas en el mercado. Desde entonces, la fecha ha cobrado relevancia en distintos países, incluidos México, Argentina, Colombia y Brasil, donde se realizan campañas de concientización, conferencias y actividades educativas para promover una cultura de consumo informada y responsable.
El consumo responsable se ha convertido en una herramienta clave para enfrentar los desafíos ambientales y sociales del presente. Consiste en elegir productos y servicios no solo por su precio o calidad, sino considerando también su procedencia, su huella ecológica y las condiciones laborales de quienes los producen. “Consumir con conciencia es votar por el tipo de mundo en el que queremos vivir”, señalan activistas y especialistas en sostenibilidad.
Entre los beneficios más visibles del consumo responsable destacan la reducción de residuos, gracias a la preferencia por productos reutilizables o con menos embalaje; el ahorro de recursos naturales, al optar por bienes fabricados de manera sostenible; y el impulso a prácticas empresariales éticas, que favorecen el respeto a los derechos humanos y laborales. Cada decisión de compra es, en este sentido, una oportunidad de actuar a favor del planeta y de una economía más justa.
En esta fecha también se recuerda que toda persona consumidora cuenta con derechos fundamentales que deben ser garantizados por las autoridades y respetados por las empresas. Entre ellos se encuentran el derecho a la información clara y veraz, el derecho a la seguridad en los productos, el derecho a elegir libremente entre distintas opciones y el derecho a ser escuchado cuando se presenta una queja o reclamo. Estos principios son la base para una relación equilibrada entre consumidores y proveedores, y para prevenir abusos o prácticas comerciales engañosas.
La jornada invita a mirar más allá del acto de comprar y a asumir un papel activo en la construcción de un sistema económico más equitativo. Organizaciones de la sociedad civil, autoridades locales y colectivos ciudadanos aprovechan esta fecha para promover hábitos de compra responsables, fortalecer la legislación existente y generar conciencia sobre el poder que tiene cada consumidor al momento de decidir qué adquirir y a quién apoyar con su dinero.
“El consumidor informado y comprometido no solo protege su bolsillo, sino que también puede transformar industrias enteras”, expresan quienes promueven esta efeméride. Así, el 15 de marzo no es solo una celebración, sino un llamado a ejercer nuestros derechos con responsabilidad y a sumar, desde lo cotidiano, a un futuro más sostenible para todas y todos.