Foto: Dirección General de Comunicación Social UNAM
En medio de una crisis ambiental global, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) continúa fortaleciendo su compromiso con la sustentabilidad a través de prácticas concretas y la generación de conocimiento científico que incide en políticas públicas. Así lo destacó la secretaria General de la UNAM, Patricia Dolores Dávila Aranda, durante su participación en el coloquio “Perspectivas de la Ecología en América Latina”, realizado en el auditorio del Jardín Botánico.
La funcionaria subrayó que existen ejemplos tangibles de este esfuerzo dentro de la Universidad, como la Escuela Nacional de Ciencias Forenses y la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala, las cuales ya cuentan con manejo responsable del agua, iluminación LED, paneles solares, compostaje y eliminación de unicel y plásticos de un solo uso. En el caso de la FES Iztacala, donde se imparten las carreras de Biología y Ecología, se ofrece una asignatura en sustentabilidad y se ha adoptado la estrategia del uso mínimo de papel a través de recursos digitales.
Estos avances se enmarcan en un esfuerzo más amplio liderado por instancias universitarias como la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel (REPSA) y la Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad (COUS), así como numerosos proyectos de investigación desarrollados por institutos, centros y facultades.
En el encuentro, la investigadora Julia Carabias Lillo, profesora de la Facultad de Ciencias, alertó que “los modelos de desarrollo ya no solo sobreexplotan la naturaleza, sino que alteran el funcionamiento de los sistemas que rigen la vida en el planeta”. Frente a esta realidad, llamó a fortalecer una formación transdisciplinaria y a capacitar profesionales capaces de conectar distintas especialidades con una visión sistémica de los retos socioambientales.
“Tenemos todos los ecosistemas para un desarrollo basado en esas oportunidades que nos ofrece el potencial natural y cultural de nuestra región, pero no lo hemos orientado hacia la sustentabilidad”, advirtió Carabias, quien también es doctora honoris causa por la UNAM e integrante de El Colegio Nacional.
Desde su perspectiva, la Red Latinoamericana de Ecología debe asumir un papel protagónico en la construcción de conocimiento científico de calidad, la formación de profesionales críticos y la defensa de las instituciones dedicadas a la investigación. Añadió que “solo con articulación podremos regionalizar la Agenda 2030”, y que los casos exitosos de colaboración entre ciencia y comunidades deben convertirse en políticas públicas efectivas.
Por su parte, Ana Barahona Echeverría, coordinadora del Seminario Universitario de Historia, Filosofía y Estudios de las Ciencias y la Medicina (SUHFECIM) y moderadora de la mesa Ciencia, Sociedad y Gobierno, enfatizó la responsabilidad de los científicos naturales y sociales de pensar críticamente en el legado que se deja a las futuras generaciones.
También participó Claudia Hernández Fernández, directora general de Restauración Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), quien afirmó que “no se pueden desarrollar políticas públicas sin sustento científico”. Añadió que la relación entre ciencia, sociedad y políticas públicas es un “trinomio inseparable”, ya que “hacer una política pública parte de un problema social que solamente se puede abordar con quienes lo están viviendo”.
Finalmente, la investigadora Mercedes Bustamante, profesora de la Universidad de Brasilia, sostuvo que “el éxito de la acción climática debe ser múltiple y abarcar todos los sectores”. Para ello, propuso una gobernanza más inclusiva, aumento en la financiación climática para los grupos vulnerables, y un enfoque que contemple no solo mitigación, sino también adaptación y resiliencia ante el cambio climático.
“El mensaje es claro: sin una acción climática ambiciosa, no es posible alcanzar el desarrollo sostenible. Los próximos años serán críticos, pero debemos buscar posibilidades de éxito”, concluyó.