Foto: Dirección General de Comunicación Social Secretaría de las Mujeres
Con el firme propósito de acercar los derechos agrarios a las mujeres en contextos rurales y comunales, la secretaria de las Mujeres, Citlalli Hernández Mora, encabezó uno de los esfuerzos interinstitucionales más relevantes del año: la Primera Caravana para Mujeres en la Propiedad Social, realizada en Villa Tamazulapam del Progreso, Oaxaca. Esta iniciativa reunió durante tres días a instituciones del sector agrario y a cientos de mujeres de las regiones chocholteca y mixteca, quienes participaron en jornadas de información, trámites, asesorías y actividades comunitarias centradas en la igualdad de derechos en el campo mexicano.
El impacto de esta caravana no sólo fue simbólico: se tradujo en 107 documentos agrarios entregados, entre certificados parcelarios, de uso común y títulos de propiedad, gestionados por el Registro Agrario Nacional (RAN). Además, se depositaron listas de sucesión, se ofrecieron asesorías por parte de la Procuraduría Agraria, y se llevaron a cabo pláticas dirigidas a mujeres y jóvenes sobre la importancia de reconocer y defender sus derechos sobre la tierra.
La participación de la Secretaría de las Mujeres, liderada por Citlalli Hernández, fue clave para colocar en el centro del debate el papel de las mujeres en la justicia agraria. A través de sus Jornadas Comunitarias por la Igualdad, se distribuyeron 500 ejemplares de la Cartilla de Derechos de las Mujeres, herramienta educativa con la que se busca informar, empoderar y proteger a niñas, jóvenes y adultas ante posibles situaciones de desigualdad o violencia. Durante estas jornadas, se escucharon de viva voz las problemáticas planteadas por las mujeres, con el fin de construir soluciones en colaboración directa con las comunidades.
“La tierra ha sido históricamente administrada y trabajada por mujeres invisibles. Hoy queremos hacerlas visibles, protegerlas y acompañarlas en el ejercicio pleno de sus derechos”, ha declarado en distintas ocasiones Citlalli Hernández, y esta caravana confirma esa visión: llevar la política pública al territorio y romper las barreras del centralismo.
En paralelo, se ofrecieron talleres sobre la participación de las mujeres en la defensa de la tierra, acceso a servicios de salud con IMSS Bienestar, opciones de financiamiento con Financiera para el Bienestar (Finabien) y actividades productivas como la elaboración de bioinsumos, promovidas por la Sader, la Semarnat, y la Conafor. Toda esta información será sistematizada para construir un diagnóstico sobre cuidados comunitarios, una herramienta fundamental para entender los retos cotidianos que enfrentan las mujeres en la propiedad social.
Este esfuerzo no fue improvisado, sino parte de una estrategia coordinada entre dependencias del gobierno federal que incluye a la Sedatu, la Sader, la Semarnat, el RAN, la Procuraduría Agraria, la Secretaría de las Mujeres y diversas instituciones de salud y desarrollo rural. Todas ellas con un mismo objetivo: transformar la realidad de las mujeres que habitan y trabajan en el campo.
Citlalli Hernández ha sido clara al posicionar este tipo de acciones como una prioridad en su agenda: “La justicia agraria no puede ser justicia si no incluye a las mujeres. No hay transformación real si las mujeres del campo siguen excluidas del acceso a la tierra, a la toma de decisiones y a la herencia comunal”.
La Primera Caravana para Mujeres en la Propiedad Social marca así un antes y un después en el enfoque de derechos dentro del sector agrario. Más allá de los trámites y los talleres, deja sembrada una semilla de transformación que crece con la voz, la presencia y la fuerza de las mujeres rurales de Oaxaca.