Investigación de la UNAM confirma beneficios de conservar arrecifes en Huatulco

Foto: Dirección General de Comunicación Social UNAM

Las medidas de conservación aplicadas en el Parque Nacional Huatulco durante más de una década han mostrado resultados alentadores: aumentó la diversidad y densidad de peces, tanto en las zonas protegidas como en las adyacentes, de acuerdo con una investigación encabezada por Georgina Ramírez Ortiz, del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICML) de la UNAM.

La investigación, publicada recientemente en la revista Plos One, es resultado de un monitoreo constante realizado entre 2006 y 2020 en 20 sitios de arrecifes coralinos y rocosos dentro y fuera del Área Natural Protegida (ANP). Participaron también Andrés López Pérez (UAM Iztapalapa), Luis Hernández (UABC), y Omar Valencia Méndez y Tania González Mendoza (CICESE).

“Encontramos que las medidas de manejo y conservación sí funcionan”, aseguró Ramírez Ortiz, quien se especializa en Ecología Funcional y Conservación Marina. “No existen muchos lugares en el mundo que tengan esta cantidad de datos dentro y fuera del ANP y que nos puedan contar la historia de cómo estaban los arrecifes.”

El Parque Nacional Huatulco fue decretado como ANP en 1998. De las nueve bahías que integran el destino turístico, cinco están protegidas legalmente y cuatro no. En ambas se encontraron 89 especies de peces, aunque en las protegidas la densidad y biomasa fue considerablemente mayor, especialmente de especies comerciales de gran tamaño, como el jurel bonito, la cabrilla enjambre y el roncador almejero.

“Los peces participan en procesos ecológicos fundamentales y su presencia o ausencia es un indicador de la efectividad del manejo de estas zonas y de los cambios asociados al clima”, explicó la investigadora.

La investigación también identificó un mayor número de especies no comerciales en las zonas protegidas, como el arcoíris de Cortés, la castañeta cola de tijera y la jaqueta acapulqueña, muchas de las cuales “responden rápidamente a perturbaciones climáticas”. Algunas de estas especies, señalaron los científicos, podrían estar influenciadas por prácticas turísticas como la alimentación artificial por parte de guías de snorkel.

Ante estos hallazgos, Ramírez Ortiz y su equipo proponen ampliar el polígono de protección para incluir las nueve bahías, especialmente zonas altamente visitadas como “La Entrega”. Además, sugieren promover prácticas turísticas responsables, recopilar información precisa sobre visitantes y embarcaciones, y reconocer que los beneficios de una ANP se aprecian con mayor claridad después de cinco a diez años de su instauración.

Huatulco, catalogado como ANP de uso múltiple, permite la conservación ecológica sin dejar de lado actividades sustentables como la pesca artesanal y el turismo de bajo impacto. Con evidencia científica sólida y más de una década de datos, este estudio aporta argumentos clave para consolidar y expandir las estrategias de protección marina en el país.

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