Transforma Armenta el campo poblano con inversión histórica y justicia social

Foto: Gobierno del Estado de Puebla

El campo poblano vive una nueva etapa de dignidad y productividad. A 229 días de iniciar su administración, el gobernador Alejandro Armenta Mier ha destinado más de mil millones de pesos para reactivar las tierras que durante años permanecieron en el abandono, con una estrategia que combina tecnología, justicia social y visión humanista.

“La tierra no puede seguir abandonada. Reactivarla es romper el círculo vicioso de la pobreza”, sentenció el mandatario durante la presentación de avances de su política agroalimentaria. Más de 600 mil hectáreas han dejado de sembrarse cada año en Puebla, y ahora el gobierno estatal responde con acciones concretas: módulos de tractores, drones, operadores capacitados y combustible gratuito, que ya están llegando a las 27 regiones productivas del estado.

Con un enfoque basado en la bioética social, Armenta dejó claro que su modelo de gobierno prioriza el bienestar sobre el lujo: “En lugar de museos ostentosos, hay un tractor en cada ejido. Pensamos diferente”, afirmó. Inspirado por el humanismo mexicano que impulsa el Gobierno de la República de la presidenta Claudia Sheinbaum, el mandatario apuesta por una transformación real en el agro poblano.

La tecnificación del campo, al estilo de potencias como China o Japón, es una meta alcanzable en Puebla, de acuerdo con el gobernador. Para lograrlo, se pondrán en marcha los CIITRAS (Centros Regionales de Innovación e Investigación), que conectarán la ciencia, la tecnología y la producción agroindustrial desde lo local.

El impacto es tangible: según la secretaria de Agricultura y Desarrollo Rural, Ana Laura Altamirano, más de 35 mil familias de 211 municipios ya han recibido apoyos directos. Además, 100 mil hectáreas serán atendidas con maquinaria agrícola y 16 mil hectáreas afectadas por plagas han sido protegidas mediante control biológico.

Los esfuerzos también se enfocan en capacitar a la población rural. Más de 1,400 mujeres y productores están siendo formados para transformar sus materias primas en productos con valor agregado. Desde el impulso a cultivos estratégicos como el café arábigo, hasta la producción pecuaria de traspatio, el gobierno poblano está sembrando las bases de una economía rural con autosuficiencia, identidad y arraigo.

Además, programas de financiamiento accesible detonan hasta 680 millones de pesos en créditos para pequeñas y medianas empresas rurales, todo bajo la marca “Puebla Cinco de Mayo”, que garantiza calidad y proyección para los productos agroindustriales locales.

Los testimonios dan cuenta del impacto. “Hoy están sembradas al cien por ciento gracias al tractor, el dron y los insumos. Por fin nos voltearon a ver”, aseguró María Rosalba Moroni, productora que llevaba más de dos años sin cultivar sus tierras. Por su parte, Pascual Hernández, campesino de Tlahuapan, expresó: “Gracias a este apoyo, volvimos a trabajar el campo que estaba olvidado”.

Con esta estrategia integral, Alejandro Armenta Mier no solo invierte en maquinaria, sino en el rescate de la dignidad campesina y la construcción de un modelo productivo que coloca al campo en el centro del desarrollo. Su visión apuesta por una riqueza comunitaria con justicia social, donde el campo poblano sea protagonista del bienestar y el futuro sostenible del estado.

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