Mi amada hija

En el mundo hay muchas palabras,
pero ninguna logra expresar
todo el amor que en mí despiertas,
querida hija, mi eterna inspiración.

Eres un rayo de sol en mi vida,
una sonrisa que ilumina mis días,
un abrazo cálido que reconforta mi ser,
un tesoro invaluable que siempre amaré.

Creces cada día con gracia y belleza,
con valentía enfrentas los retos de la vida,
tu corazón rebosa alegría y bondad,
y en tus ojos brillan sueños por conquistar.

Me maravilla tu dulzura y sinceridad,
tu inocencia que no conoce maldad,
eres un reflejo puro de pureza infinita,
una joya preciosa en mi camino de vida.

En cada paso que das, te acompaño,
en cada logro celebramos juntas,
y en cada caída estoy para levantarte,
porque mi amor por ti es inquebrantable.

Eres mi mayor alegría, mi motivación,
mi razón para luchar y seguir adelante,
contigo aprendo el verdadero significado del amor,
y doy gracias a la vida por tenerte, mi tesoro.

Que nunca olvides cuánto te amo,
que siempre lleves en tu corazón
la certeza de ser amada y valorada,
mi dulce hija, mi poema más hermoso.

_____________________________________________________________________________________________________

Mario Benedetti

Compartir:

Artículos relacionados